Un reto victorioso (Amparo Lacruz graba las Suites para chelo de Bach) 

J.S. BACH: 6 Suites para violonchelo / Amparo Lacruz, violonchelo / AGLAE (2 CD)

Según Philip Spitta, Bach escribió las Suites para violonchelo para Cristian Ferdinand Abel, violagambista de la corte de Köthen en la época en que Bach era Kapellmeister (entre 1717 y 1723), pero la afirmación resulta dudosa en la medida en que no está documentado que este mismo intérprete tocase también el violonchelo. Mientras en Italia existían ya significativos precedentes, las suites de Bach ofrecen un testimonio por completo inusual en la música alemana del periodo, y más aún por tratarse de obras en extremo virtuosísticas. En todo caso, se trata de una propuesta sumamente temprana: como en las sonatas y partitas para violín solo, resulta fascinante la forma en que un instrumento básicamente monódico puede asumir una música en la que tanto la armonía como la polifonía imitativa funcionan como dimensiones textuales, implícitas pero perceptibles, otorgando sentido estructural y arquitectónico a la integridad del discurso.

Interesada casi en exclusiva en la música de cámara (que enseña, junto con la técnica de su propio instrumento, en instituciones tan destacadas como el Conservatorio del Liceu barcelonés), Amparo Lacruz tiene una descollante ejecutoria fundacional de grupos como el Trio Kandinsky o el Grupo Manon (con el que realizó el que, probablemente, sea el mejor registro discográfico del bellísimo Cuarteto para el fin del Tiempo de Messiaen), y ha aportado incuestionables joyas fonográficas en las que el repertorio tradicional convive con lo inusual o lo insólito, como la Sonata en Sol menor de Chopin junto a la Sonata en Re menor de Frank Bridge o la Sonata en Mi menor de Brahms junto a la  Sonata en La menor de Julius Röntgen (un auténtico descubrimiento, por cierto), en ambos casos, con ese excepcional pianista que es Andreu Riera. El trabajo de Amparo Lacruz ya fue distinguido con el premio de la revista CD COMPCT por su grabación de las obras para trio con piano, violonchelo y piano, violín y violonchelo y violonchelo solo de Joan Guinjoan, y el magnífico registro titulado Schönberg en Barcelona, que contiene una soberbia versión de Verklärte Nacht en el insólito (e interesantísimo) arreglo para trio con piano realizado por Eduard Steuermann, junto con piezas muy poco usuales de Robert Gerhard y Joaquin Homs. Todo ello da cumplida noticia de que la artista valenciana está mucho más interesada en la música misma y en dar a conocer sus más recónditos paisajes que en el mero lucimiento personal: pero también en buscar una coherencia estética que sitúa su ejecutoria en la máxima categoría desde el punto de vista estrictamente musicológico.

Amparo Lacruz aborda ahora la máxima piedra de toque de su especialidad: el registro de las seis suites legadas por el autor del Orgelbüchlein. Se trata de un encuentro obligatorio e imprescindible, y el simple hecho de acometerlo ya supone una muestra de la más alta responsabilidad, y el modo en que la intérprete aborda el empeño resulta altamente esclarecedor: no hay el menor personalismo en su enfrentamiento con las obras sino, por el contrario, una voluntad de servicio hacia ellas de la más honda responsabilidad. Charles Rosen, acerca de la ejecución pública de la música, habló de llevar la obra a algo que se acerque a su existencia objetiva, ideal. Sin afirmarlo explícitamente, Amparo Lacruz pareciera guiarse por estas palabras: no pretende imponer su visión sobre las partituras sino, por el contrario, fundirse con ellas, decirlas, en suma, con la máxima transparencia y honestidad. Hay un evidente pudor en su ejecutoria pero, y sobre todo, una voluntad claramente analítica encaminada a exhibir la extraordinaria belleza del conjunto, y de ahí su delicada fluctuación con los tempi en los pasajes más cantables (el monumental preludio de la Suite en Do menor es absolutamente ejemplar) al tiempo que su energía en los movimientos de más acusado protagonismo rítmico, como el arranque de la Suite en Re mayor ejemplifica, todo ello a través de un fraseo de admirable legibilidad e impecable afinación. En la versión que Lacruz nos ofrece de este admirable corpus hay un amor y un respeto hacia la música que revela una madurez absoluta, infrecuente en una intérprete de su juventud.

En todo caso, y como señalábamos al comienzo, en la propia existencia de las Cellosuiten late ya un cierto enigma que no deja de resultar provocativo, no sólo por la identidad de su destinatario real, sino también por el hecho de que el Opus (opus puramente teórico: jamás se editó en vida del autor) contenga dos obras en modo menor (lo usual hubiera sido sólo una). Ese tenue misterio ha sido muy bien aprovechado en la grabación que aquí se comenta, toda vez que la intérprete no ha respetado el orden catalográfico convencional: el primer CD agrupa las BWV 1012, 1009 y 1007 (en este orden) y el segundo las 1011, 1010 y 1008. Se trata de definir subconjuntos encadenándolos por tonalidades, configurando el álbum que articula la totalidad según un juego que podríamos definir como de afinidades electivas entre las diferentes piezas: tres en tonalidades mayores según el esquema cadencial más obvio y afirmativo (tónica/subdominante/dominante, Sol, Do y Re: las numeradas convencionalmente como 6, 3 y 2) se oponen a otras tres (5, 4 y 2), dos de las cuales están en tonalidades menores sucesivas en orden ascendente (Do y Re) encuadrando a otra  en Mi bemol, el relativo mayor de la primera, de modo que si el primer grupo resulta poderosamente afirmativo, el segundo exhibe, por el contrario una fascinadora zozobra. También resulta llamativo (y no poco audaz) iniciar el registro con la obra destinada, al parecer, a una sedicente viola pomposa de cinco cuerdas que, tanto por su digitación como por su tesitura, presenta especial dificultad si se aborda con el moderno violonchelo y que Lacruz resuelve con limpia y encomiable soltura.

Para aumentar la dimensión enigmática, la propia ejecutante aparece retratada en dos imágenes conexas (ojos abiertos, ojos cerrados) encuadrando un álbum carente de todo comentario analítico o biográfico que incluye en sus interior otras dos imágenes en que la intérprete escribe en una pizarra las palabras EwigkeitFreudeGeburt (Eternidad, Alegría, Nacimiento) en el panel que alberga el primer disco y UnruheTraurigkeitTod(Desasosiego, Tristeza, Muerte) en el que contiene el segundo. Cellowahnverwandschaften, cabría titular la totalidad del álbum: un conjunto en el más enérgico Blanco y Negro, sin la más leve condescendencia hacia un tranquilizador cromatismo, en el que  Amparo Lacruz no sólo nos ofrece una magnífica (e inesperada) ejecución de Opus seminal de su instrumento, sino también una subyugante interpretación poética del mismo.

Esta reseña se publicó por primera vez en la edición de agosto de 2020 de la revista Itamar

Bach. Cello Suites 

Amparo Lacruz, violonchelo

Columna Música 1CM0399

por Alessandro Pierozzi

Revista Melómano

 

¿Blanco y negro? ¿Blanco o negro? Una joya que recuerda los añorados LP’s, a doble cara, ¿lado A y lado B? ¿Lado A o lado B? Así es esta grabación que nos presenta Amparo Lacruz, así son estas Cello Suites.


La solista valenciana nos propone un viaje desde la blancura, la pureza, la alegría y la eternidad con fondo negro y letra blanca del primer CD, hasta la negrura, la tristeza y la muerte con fon- do blanco y letra oscura del segundo. El reco- rrido es complejo y largo. Como oyente puedes comprar un billete hasta la última estación — obra completa— o bajarte a mitad de recorrido o, también, ir saboreando los momentos y deta- lles más bellos «sorbo a sorbo».


El chelo recorre esta senda con sutileza, sin as- pavientos, con el goce que supone conocer y amar una obra tan excelsa e imponente y en- frentarse a ella por el mero disfrute de tocar y entregárnosla tal y como es, nota a nota, arco a arco, cuerda a cuerda. Ello explica el (des)orden en la presentación de las suites: comenzar con la Sexta y finalizar con la Segunda no es algo ha- bitual y, desde luego, no es casual. Y no por ello deja de ser sorprendente el resultado.


La calidad técnica y sonora no dejan lugar a du- das. Líneas claras, ritmos incitantes en las danzas, como en la «Allemande» de la Tercera suite o la «Gigue» de la Sexta; melodías encadenadas de li- rismo en las sarabandes de la Primera o Quinta sui- tes; precisión y dominio del arco en el famosísimo «Prelude» de la Primera; o la no menos admirada «Bourée I» de la Tercera... Trinos casi hablados, dobles melodías estereofónicas, como en la pim- pante «Gigue» de la Segunda suite; y contrastes muy cantados entre los bajos —en mi opinión, el sonido de su chelo es muy, muy emocionante en estas tesituras como se demuestra, por ejemplo, en el «Prelude» de la Cuarta— y los agudos.


Así es Bach, ese sastre que, con aguja bien en- hebrada e hilo sedoso, va engarzando, uno a uno, los trozos de tela que tiene a disposición para lograr el diseño siempre más bello y no- vedoso, en este caso sin cromatismos: blanco y negro. Amparo Lacruz endosa como nadie esa «prenda bachiana» y decide mostrarla en todo su esplendor con su complemento favorito: el violonchelo.

 

Alessandro Pierozzi

Sinfonía Virtual. Revista de Música Clásica y Reflexión Musical

Novedades de Columna Música 2020 - (No 39, Verano, 2020)

 

Joaquim Zueras

Crítico musical

 

J. S. Bach compuso sus seis Suites para violonchelo solo mientras era Maestro de Capilla del príncipe Leopoldo de Anhalt-Cöthen. El original se perdió, pero su segunda esposa Ana Magdalena hizo una copia de las mismas, de la que se han derivado otras copias y multitud de impresiones. La obra tiene fines didácticos y constituye un auténtico reto para cualquier violonchelista relevante. En la copia de la segunda esposa de Bach faltaban las articulaciones y otros signos expresivos, por lo que las suites han adquirido un carácter de indefinición permanente, lo que las hace más interesantes e inquietantes a la vez, no exentas de dudas y polémicas.

 

Como tantas obras pedagógicas las suites permanecieron casi en el olvido, pero Pau Casals encontró un ejemplar en una librería de Barcelona, las estudió durante años y finalmente decidió divulgarlas como piezas de concierto, lo que hicieron más tarde otros chelistas de renombre como André Navarra, Yo-Yo Ma o Rostropovich.

 

Unos destacaron la intensidad romántica del fraseo, otros hicieron una interpretación basada en el historicismo, otros subrayaron la exigencia de la perfección técnica, etc. Amparo Lacruz, tras interpretar con notable éxito de crítica y público su versión al respecto, nos ofrece ahora a través del sello Columna la grabación de las Cello Suites en las que yo subrayaría su visión naturalista y fluida, como la de quien pretende despojarlas de una carga de tics del pasado que de algún modo las han ensombrecido y en algún caso las han desvirtuado.

 

Así lo ha expresado el crítico Javier Pérez Sens en el diario El País: virtuosismo y perfecto equilibrio al servicio de una sincera expresividad y un lirimo interior que recrea con maestría y belleza sonora.

Revista Musical, LLuis Trullén, Junio 2020

www.revistamusical.cat/critica/la-calidesa-seductora-de-bach/

 

La calidesa seductora de Bach

 

Bach Cello Suites

Amparo Lacruz, violoncel
Columna Musica, 2020

 

Una de les constants interpretatives que han marcat l’estil interpretatiu de la violoncel·lista Amparo Lacruz ha estat l’expressivitat, sempre acompanyada d’una personal delicadesa sonora, que l’ha portat a cercar des del més recòndit del llenguatge de Guinjoan fins als diàlegs més eloqüents de la música de cambra, tret reflectit en tants escenaris al costat dels membres del Trio Kandinsky. Però el més gran dels reptes per als violoncel·listes, l’obra cimera del repertori escrita per a l’instrument, com és la integral de les Suites de Bach, cal afrontar-la en el punt just de la carrera artística i fins i tot revisar-la en el decurs dels anys següents. La immensitat de la música de les Suites mai resta tancada i d’aquí ve aquesta amplitud de lectures i versions del tot conegudes: romàntiques, historicistes, apassionades o d’una expressió a vegades continguda i en d’altres ocasions eloqüent.

 

Amparo Lacruz ha trobat el moment artístic per enregistrar aquest corpus bachià que ja va portar en part als escenaris al costat de la ballarina Lorena Nogal en què es produïa un encadellament entre el discurs commovedor de la música i el moviment corporal escènic. Ara Amparo Lacruz ens apropa exclusivament a la música, al més essencial, mostrant-nos un Bach d’una calidesa seductora, aprofundit en les seves sarabandes, elegant en la dicció dels preludis i allemandes, desbordant de rítmica en les gigues i amb l’elegància inherent que desprenen els seus minuets i gavotes. De la seva versió enregistrada l’any 2019 ens ha seduït la clarividència, la depurada tècnica sempre al servei de la musicalitat, la manca de precipitació en el fraseig i el gust per atorgar una petita pausa sobre determinades notes que atorguen unes respiracions al seu discurs d’herència estilística romàntica. No abusa dels contrastos entre les dinàmiques ni de les sonoritats voluptuoses; la seva proposta transcorre entre allò natural i el més essencial de la reflexió i la contenció de la música de Bach.

 

Unes Suites deliciosament traçades, curosament explicades, iniciades amb la darrera de la sèrie –seguida per les número 3, 1, 5, 4, 2–, tot cercant l’essencial sense una emfatització que torbi la serenitat d’un monòleg altament expressiu, un tret sempre distintiu en l’estil d’Amparo Lacruz.

ITAMAR. REVISTA DE INVESTIGACIÓN MUSICAL:

TERRITORIOS PARA EL ARTE

No 6, Año 2020 I.S.S.N.: 2386-8260

 

LACRUZ, Amparo: Bach. Cello Suites, 2 CD, Columna Música, Barcelona, 2019.

 

Un reto victorioso

José Luis Téllez

 

Según Philip Spitta, Bach escribió las Suites para violonchelo para Cristian Ferdinand Abel, violagambista de la corte de Köthen en la época en que Bach era Kapellmeister (entre 1717 y 1723), pero la afirmación resulta dudosa en la medida en que no está documentado que este mismo intérprete tocase también el violonchelo. Mientras en Italia existían ya significativos precedentes, las suites de Bach ofrecen un testimonio por completo inusual en la música alemana del periodo, y más aún por tratarse de obras en extremo virtuosísticas.

En todo caso, se trata de una propuesta sumamente temprana: como en las sonatas y partitas para violín solo, resulta fascinante la forma en que un instrumento básicamente monódico puede asumir una música en la que tanto la armonía como la polifonía imitativa funcionan como dimensiones textuales, implícitas pero perceptibles, otorgando sentido estructural y arquitectónico a la integridad del discurso.

 

Interesada casi en exclusiva en la música de cámara (que enseña, junto con la técnica de su propio instrumento, en instituciones tan destacadas como el Conservatorio del Liceu barcelonés), Amparo Lacruz tiene una descollante ejecutoria fundacional de grupos como el Trio Kandinsky o el Grupo Manon (con el que realizó el que, probablemente, sea el mejor registro discográfico del bellísimo Cuarteto para el fin del Tiempo de Messiaen), y ha aportado incuestionables joyas fonográficas en las que el repertorio tradicional convive con lo inusual o lo insólito, como la Sonata en Sol menor de Chopin junto a la Sonata en Re menor de Frank Bridge o la Sonata en Mi menor de Brahms junto a la Sonata en La menor de Julius Röntgen (un auténtico descubrimiento, por cierto), en ambos casos, con ese excepcional pianista que es Andreu Riera.

 

El trabajo de Amparo Lacruz ya fue distinguido con el premio de la revista CD COMPCT por su grabación de las obras para trio con piano, violonchelo y piano, violín y violonchelo y violonchelo solo de Joan Guinjoan, y el magnífico registro titulado Schönberg en Barcelona, que contiene una soberbia versión de Verklärte Nacht en el insólito (e interesantísimo) arreglo para trio con piano realizado por Eduard Steuermann, junto con piezas muy poco usuales de Robert Gerhard y Joaquin Homs.

 

Todo ello da cumplida noticia de que la artista valenciana está mucho más interesada en la música misma y en dar a conocer sus más recónditos paisajes que en el mero lucimiento personal: pero también en buscar una coherencia estética que sitúa su ejecutoria en la máxima categoría desde el punto de vista estrictamente musicológico.

 

Amparo Lacruz aborda ahora la máxima piedra de toque de su especialidad: el registro de las seis suites legadas por el autor del Orgelbüchlein. Se trata de un encuentro obligatorio e imprescindible, y el simple hecho de acometerlo ya supone una muestra de la más alta responsabilidad, y el modo en que la intérprete aborda el empeño resulta altamente esclarecedor: no hay el menor personalismo en su enfrentamiento con las obras sino, por el contrario, una voluntad de servicio hacia ellas de la más honda responsabilidad. Charles Rosen, acerca de la ejecución pública de la música, habló de llevar la obra a algo que se acerque a su existencia objetiva, ideal.

 

Sin afirmarlo explícitamente, Amparo Lacruz pareciera guiarse por estas palabras: no pretende imponer su visión sobre las partituras sino, por el contrario, fundirse con ellas, decirlas, en suma, con la máxima transparencia y honestidad. Hay un evidente pudor en su ejecutoria pero, y sobre todo, una voluntad claramente analítica encaminada a exhibir la extraordinaria belleza del conjunto, y de ahí su delicada fluctuación con los tempi en los pasajes más cantables (el monumental preludio de la Suite en Do menor es absolutamente ejemplar) al tiempo que su energía en los movimientos de más acusado protagonismo rítmico, como el arranque de la Suite en Re mayor ejemplifica, todo ello a través de un fraseo de admirable legibilidad e impecable afinación.

 

En la versión que Lacruz nos ofrece de este admirable corpus hay un amor y un respeto hacia la música que revela una madurez absoluta, infrecuente en una intérprete de su juventud.

 

En todo caso, y como señalábamos al comienzo, en la propia existencia de las Cellosuiten late ya un cierto enigma que no deja de resultar provocativo, no sólo por la identidad de su destinatario real, sino también por el hecho de que el Opus (opus puramente teórico: jamás se editó en vida del autor) contenga dos obras en modo menor (lo usual hubiera sido sólo una).

 

Ese tenue misterio ha sido muy bien aprovechado en la grabación que aquí se comenta, toda vez que la intérprete no ha respetado el orden catalográfico convencional: el primer CD agrupa las BWV 1012, 1009 y 1007 (en este orden) y el segundo las 1011, 1010 y 1008. Se trata de definir subconjuntos encadenándolos por tonalidades, configurando el álbum que articula la totalidad según un juego que podríamos definir como de afinidades electivas entre las diferentes piezas: tres en tonalidades mayores según el esquema cadencial más obvio y afirmativo (tónica/subdominante/dominante, Sol, Do y Re: las numeradas convencionalmente como 6, 3 y 2) se oponen a otras tres (5, 4 y 2), dos de las cuales están en tonalidades menores sucesivas en orden ascendente (Do y Re) encuadrando a otra en Mi bemol, el relativo mayor de la primera, de modo que si el primer grupo resulta poderosamente afirmativo, el segundo exhibe, por el contrario una fascinadora zozobra.

 

También resulta llamativo (y no poco audaz) iniciar el registro con la obra destinada, al parecer, a una sedicente viola pomposa de cinco cuerdas que, tanto por su digitación como por su tesitura, presenta especial dificultad si se aborda con el moderno violonchelo y que Lacruz resuelve con limpia y encomiable soltura.

 

Para aumentar la dimensión enigmática, la propia ejecutante aparece retratada en dos imágenes conexas (ojos abiertos, ojos cerrados) encuadrando un álbum carente de todo comentario analítico o biográfico que incluye en sus interior otras dos imágenes en que la intérprete escribe en una pizarra las palabras Ewigkeit, Freude, Geburt (Eternidad, Alegría, Nacimiento) en el panel que alberga el primer disco y Unruhe, Traurigkeit, Tod (Desasosiego, Tristeza, Muerte) en el que contiene el segundo. 

 

Cellowahnverwandschaften, cabría titular la totalidad del álbum: un conjunto en el más enérgico Blanco y Negro, sin la más leve condescendencia hacia un tranquilizador cromatismo, en el que Amparo Lacruz no sólo nos ofrece una magnífica (e inesperada) ejecución de Opus seminal de su instrumento, sino también una subyugante interpretación poética del mismo.

ITAMAR

REVISTA DE INVESTIGACIÓN MUSICAL: TERRITORIOS PARA EL ARTE

REVISTA INTERNACIONAL N. 6
AÑO 2020

 

Joan Ginjoan. In memoriam.

Columna Musica, Conservatori del Liceu, Barcelona, 2019. REF. 1cm0387
Dipòsit Legal B-15356-2019

 

Jorge de Persia

 

Entre las muchas cosas que llaman la atención en el catálogo de Joan Guinjoan, desde el punto de vista del trabajo de un compositor, es decir, desde la configuración de un lenguaje, es la fidelidad a su propia personalidad, a lo que él entendía que le definía en el ámbito musical. Muchas veces, repasando una partitura nueva o no, le oíamos decir “esto suena a Guinjoan”... Desentrañar esta idea suele ser uno de los trabajos más complejos del análisis y la crítica, es decir, cuáles son las claves, si las hay, que definen un estilo. Habíamos empezado a trabajar en ello conjuntamente, porque Guinjoan no trabajaba con fórmulas ni aceptaba la idea de adscribirse sin más a una corriente; valoraba lasaportaciones de todos los de su tiempo, incluso se entusiasmaba en los últimos años hasta con Monteverdi, descubriendo su grandeza.

 

Quizá porque no ha seguido escuelas, tendencias, o modas establecidas que afectaron como recetas o moldes de cocinero a tantos autores de esos años, algunos críticos han caracterizado en ocasiones su música como ecléctica, pero está claro que más que de eclecticismo hay que hablar de libertad y de una gran dosis de creatividad personal.

 

Este CD editado por Columna Música es testimonio, además, de otras de sus vertientes como músico, la del intérprete, la del interés por la fidelidad a lo que el compositor quiere decir. Y siempre su trabajo estuvo muy marcado por esa figura del intérprete que sigue en paralelo a la del compositor y de quien, en definitiva, depende para llegar al otro extremo necesario del esquema de la comunicación que es el público. En Guinjoan nunca se oyó aquello de que “cuando crezcan ya me comprenderán”, en referencia a este concepto anacrónico heredado del romanticismo, que hizo que muchos compositores de nuestro tiempo se alejasen tanto de su necesario público, del “otro” que es quien a fin de cuentas le devuelve su imagen.

 

Guinjoan dedicó muchos esfuerzos a la interpretación, primero como pianista y más tarde al frente de esa aventura tan importante para la sociedad melómana catalana que fue el grupo Diabolus in Música, que creó en los sesenta junto al clarinetista Juli Panyella.

 

Así, el diálogo con el intérprete casi siempre está detrás de las obras de Guinjoan; de hecho sus dedicatarios suelen serlo, y no por el hecho frecuente de dedicar una pieza a alguien que ha de asumir el compromiso de tocarla, sino a alguien con quien sientes afinidad.

 

Y en la estela de este trabajo de “ensembles” del que fue ejemplo pionero el Diabolus, tenemos en este CD dos muestras de experiencias más cercanas, una aún en activo como es el BCN 216, y otra –no muy alejada de los orígenes de éste- como fue el grupo Manon, que tuvo entre sus activos participantes a músicos como José Luis Estellés o Amparo Lacruz y, lamentablemente, ahora olvidado.

 

No es este el lugar de comentar características de las obras incluidas en In Memoriam, porque ya alguna cosa se dice en los textos correspondientes, pero sí el de valorar el trabajo de conjunto, la selección y las versiones que nos propone. Y, en este sentido, he de señalar que si algo preocupaba a Guinjoan en sus últimos tiempos era disponer de buenas interpretaciones de sus obras en el sentido de la fidelidad a su lenguaje, y de ello hacía una cuidadosa selección, mucho de lo cual me consta que está incluido en este CD.

 

Por lo pronto, cada grupo instrumental determinaba el perfil del trabajo del compositor, se instalaba en su mente y disponía de él a consciencia, valorando sus posibilidades y determinando su carácter.

 

Una de las experiencias emotivas de la última época fue, por ejemplo, el trabajo realizado por un grupo de jóvenes estudiantesy ex del Conservatori del Liceu, un octeto de violoncelos, propuesta compleja en sí para el compositor por la homogeneidad tímbrica, pero también para los/las cellistas. Guinjoan ya tenía dificultades para trasladarse y le fue imposible asistir al ensayo de este Díptic, pero hizo llegar a la directora y participante del grupo Amparo Lacruz una partitura plena de indicaciones, exploradas y trabajadas a fondo. Un trabajo luego muy valorado por Guinjoan, por la variedad, ductilidad y sensibilidad que traduce la versión.

 

El violoncelo ha sido bien atendido en la obra de Guinjoan. Basta recordar una obra, aunque temprana, muy importante como la Música per a violoncel i orquestra que Guinjoan dedicó a Lluís Claret2, obra particularmente sugerente por su clima sonoro y sensibilidad. El reconocido cellista es dedicatario junto a otros que acompañaron entonces el Diabolus- de Puzzle, un trío para clarinete, cello y piano, escrita un año después de la anterior, en este caso, en versión del grupo Manon.

 

Otra obra de aquellos años primeros que cierra este CD es Ambient num. 1, para cuerdas (1977), testimonio de otra característica que es la claridad y precisión con que Guinjoan elegía el título para sus obras. En este caso, la versión de la ONCA, bien guiada por Nacho de Paz, nos deja una interpretación dinámica, un ejemplo de expresión comprometida por parte del compositor y elocuente en el sentido de la impresión que causa en el oyente; música actual de gran capacidad de comunicación.

 

Otro ejemplo de esta cercanía intérprete-compositor fue la sesión protagonizada por BCN 216 de una obra clave en el catálogo del maestro, como es esta excepcional Barcelona 216, creada para el conjunto en 1997 y dedicada a su director actual y de entonces Ernest Martínez Izquierdo. Otro ejemplo de las versiones ésta de 2017- tan merecidamente valoradas por Guinjoan en el sentido de la pulcritud, del equilibrio, de la intensidad en los detalles, ya que es una obra plena de color y riqueza de matices.

 

Un muy buen trabajo que refleja el caleidoscopio de la obra de este excepcional compositor, sin duda, uno de los que han de quedar en el mundo de la memoria de la segunda mitad del siglo XX.

 

Guinjoan: In Memoriam

http://sonograma.org/suplement-de-discos/guinjoan-in-memoriam/


 

Títol: Guinjoan: In Memoriam
Intèrprets: Lluc Cello Ensemble, BCN 216, Grup Manon, Grup de cambra de l’ONCA
Direcció: Amparo Lacruz, Ernest Martínez Izquierdo, Nacho de Paz
Segell discogràfic: Columna Música
Joan Guinjoan, que va morir el primer de gener, ens ha deixat una vasta obra compositiva. La seva obra musical, àmplia i original, és clau per comprendre l’alt nivell que ostenta la música que ha sorgit a Catalunya al final de la dècada dels noranta. 
Guinjoan: In Memoriam és un homenatge pòstum que aplega una recopilació de tres obres de música de cambra. Joan Guinjoan és, sens dubte, un dels referents de la creació musical contemporània. No solament per això, que ja és un fort atractiu per comprar el disc, sinó que, a més a més, s’han reunit tres grups de cambra per enregistrar del Díptic, pour 8 violoncelles, a càrrec del Lluc Cello Ensemble, dirigits per Amparo Lacruz; Vc, interpretat pel conjunt BCN 216, dirigits per Ernest Martínez Izquierdo; l’obra Puzzle, interpretada pel Grup Manon i, la darrera obra del disc, Ambient núm. 1 per a cordes, en la versió del Grup de cambra de l’ONCA, dirigits per Nacho de Paz.
En cadascuna de les quatre obres, l’oient pot sentir la frescor i l’originalitat de la instrumentació. Per a Guinjoan, l’acoloriment sonor i la inesgotable expressivitat es van convertir en dos factors de vital importància compositiva. La meravellosa i variada riquesa del timbre esdevindrà l’espina dorsal de la seva obra musical. El soroll és l’altre model sonor que Guinjoan va explorar de manera agosarada, treballant amb una grafia única: la seva. 
Amparo Lacruz, Ernest Martínez Izquierdo i Nacho de Paz ens presenten les seves diferents versions sota un control exhaustiu de la partitura. En l’àmbit de l’experimentació, el compositor tarragoní va desenvolupar autèntiques formes de construcció musical tant pel que fa a l’estructura formal com al temps per on llisquen les seves idees.
Guinjoan: In Memoriam posa de manifest el llegat d’un corpus de caràcter exquisit, interpretat pels tres grups de cambra amb una enorme delicadesa en el tractament dels timbres.

Text: Núria Serra

Melómano, Noviembre 2017
Scherzo, Noviembre 2017
Revista Ritmo. Septiembre 2015 Revista Ritmo. Septiembre 2015

WINTER IN FLAMES

Solé Recordings

 

Jorge de Persia. La Vanguardia.

31 de Enero de 2014

 

Intuyo que, con el recuerdo de su formación en el Royal College de Londres, Andreu Riera y Amparo Lacruz, dos formidables músicos, rinden homenaje a un antiguo de la casa.

 

El premiado, aunque poco conocido aquí, compositor británico Frank Bridge (1879 -1941) estudió allá en el cambio de siglo y dejó una obra muy importante que atiende particularmente al género de cámara y entre la cual destaca esta preciosa Sonata en re menor para violonchelo y piano.

 

Una construcción romántica en la cual los intérpretes dan gran intensidad y brillantez.

 

Completa el disco una maravillosa y cuidada versión de la más conocida Sonata en sol menor de Chopin, uno de las cumbres del género, de la cual podemos escuchar su delicada expresión romántica, en exquisita afinació y un ejercicio camerístico de altura.

WINTER IN FLAMES

Bridge/Chopin

Amparo Lacruz/ Andreu Riera

Solé Recordings

 

J. Pérez Senz, El País

14 de Enero de 2015

 

La violoncellista Amparo Lacruz y el pianista Andreu Riera abordan dos partituras geniales que, desde sensibilidades diferentes, exploran las posibilidades técnicas y expresivas del violoncello.

 

La Sonata en sol menor, op. 65 de Frédéric Chopin, y la Sonata en re menor de Frank Bridge exigen virtuosismo y un perfecto equilibrio, al servicio de una sincera expresividad y un lirismo interior que recrean con maestría y belleza sonora.

Sala Dante, Palma De Mallorca

Emili Gené, para Ultima Hora de Baleares.

16 de Diciembre de 2014

 

"Tres suites de Bach interpretadas sin más trascendentalismos que el musical, comunión directa con la divinidad, sin intermediarios". 

"Hubo breve y distendidos diálogos entre concertista y espectadores, que incluyeron una minimalista presentación de las obras, tan elocuente como personal: la suite número 1 en Sol mayor (brillante: el nacimiento), la número 2 en Re menor (triste:
la muerte). Y la número 6 (experimental: la resurrección)".

"Ni romántica al estilo de Casals, ni grandilocuente al estilo de Rostropovich, ni historicista al estilo de los puristas holandeses o británicos. Versiones personales las de Lacruz". 

"Dulces. Buscando y consiguiendo la belleza del fraseo, la fluidez del discurso. Sin sujetarse a un guión previo, a un pensamiento único".

“…lucimiento de la sensibilidad cierta de Amparo Lacruz..."

Antonio Iglesias, ABC

 

La primera parte concluyó con la sonata para violoncelo y piano  de Frank Bridge interpretada por Amparo Lacruz y el mismo Josep Maria Colom. El hilo condultor del violoncello, envuelto por las atmosféras que el piano iba produciendo, nos permitió interiorizar y ver un continuo de maticez increibles.

Jordi Maluquer, El Punt, AVUI

 

La violoncellista Amparo Lacruz tiene muy lindo sonido, toca con mucha expresividad, y afinación perfecta.vJuan Krakenberger, Mundoclasico.com

 

 

 

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Reseña: Septiembre 2014

2 de Junio de 2014 Museo Reina Sofia, Madrid Series 20/21

Trio Kandinsky con Elena Vassilieva, soprano

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Alumbrados entre velas de poesía, encandilados por músicas con un duende que no cesa, en las palabras de José Luis Humara musicadas por Santiago Lanchares: Tres poemas líricos. Un descubrimiento de sensaciones en este estreno absoluto del Centro Nacional de Difusión Musical en el Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

 

El Trío Kandinsky, de sonoridad contrastada, sólido en su inmersión en las piezas, con la soprano Elena Vassilieva con diversidad de registros vocales, fueron los encargados de levantar un programa que contó, junto a piezas de intensidad y atrevimiento estructural de Shostakovich, como las “combinatorias”: Siete romanzas sobre poemas de Alexander Blok, dos piezas instrumentales de lucimiento: los exigentes Tres tercetos de José Luis Turina y el Segundo de los tríos, tras su juvenil primero, del autor ruso citado.

 

Un brillante despliegue instrumental de cierre, que rematara un núcleo que sumergió en un lirismo de altura toda la velada, las palabras iniciales de Blok y, en la medida de la natural cercanía idiomática, del poeta asturiano que, en tres diferentes acercamientos, más o menos descriptivos, y una música respetuosa con el texto y personal en su trazo, alcanzó pronto elevadas cotas.

 

L.M.I.

 

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AMPARO LACRUZ DIRIGEIX EL FESTIVAL DE SANTA CRISTINA D'ARO AMB VOCACIÓ PURAMENT CAMBRÍSTCA
Publicat el 12 juny 2013 a Revista Musical Catalana
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El XVII Festival Internacional de música organitzat pel Fòrum Santa Cristina d’Aro inicia nova etapa amb Amparo Lacruz com a directora artística i una reorientació de la programació en clau internacional i amb predomini de la música de cambra. La cita a la Costa Brava serà del 17 al 25 d’agost, amb concerts a l’església de Santa Cristina d’Aro i a l’Auditori Espai Riudaura.

Un total de 10 concerts, més un cicle de conferències paral·lel i el festival OFF integren el programa, que té com a tema central Europa (s) D-Colors. La idea, en paraules d’Amparo Lacruz, “va sorgir de les meves converses amb el Dr. Santiago Coll, president del Fòrum. Tots dos havíem llegit el llibre de Josep Fontana Europa ante el espejo. Fontana hi analitza la manera com ens hem anat forjant una consciència col·lectiva europea mirant-nos en el mirall dels «altres» per distingir el que ens identifica. La música de cambra és, sens dubte, un fenomen exclusivament europeu. Hem dissenyat un programa variat i heterogeni, ple de contrastos, però també de nexes d’unió, com és Europa. Volem arribar a tothom per la via de l’emoció i els sentits”.

El Festival s’inaugura el dissabte 17 d’agost amb l’espectacle “Colors”, del violinista armeni Ara Malikian; un espectacle “vibrant i apassionat, distès i festiu”, en paraules de Lacruz.
Fidel a la vocació cambrística, “que en la majoria de festivals va perdent terreny, però que sabem que cada cop agrada a més gent”, el Festival presenta produccions úniques i inèdites, amb músics de tot Europa que establiran diversos diàlegs musicals entre si. En aquesta edició es presenten quatre músics excel·lents que resideixen a Alemanya: el viola Wolfgang Tarliz, membre de la Filharmònica de Berlín i de diversos conjunts de cambra de l’orquestra; el violoncel·lista Niklas Schmidt, que va ser membre d’un dels millors trios amb piano de la historia (el Trio Fontenay) i que actualment ofereix recitals tot sovint amb Menahem Pressler; el violinista Adrian Pinzaru, del quartet Delian, i la violista Anna Kreetta Gribajcevic, professora de la Hochschule d’Hamburg. Al seu costat, cinc dels participants en el Festival són músics residents a Catalunya: el duo de violí i piano format per Kai Gleusteen i Catherine Ordronneau; dos dels nostres millors pianistes: Josep María Colom i Enrique Bagaría, i la violoncel·lista Amparo Lacruz, directora artística del Festival. Un sextet de corda i tres pianistes, en totes les combinacions possibles i fidels a la idea de fer d’aquest festival un lloc de trobada de músics de gran nivell, en el qual poder compartir amistat i música. S’hi podran escoltar obres tan emblemàtiques com els Sextets de Brahms i Txaikovski, Quartets amb piano de Mozart i Fauré, elQuintet amb piano de Dvořák o la Fantasia per a piano a quatre mans de Schubert.

El Festival també inclou un concert de jazz d’Ignasi Terraza i el seu quartet i dos concerts de joves pianistes, els guanyadors del Maria Canals i del concurs de la Fundación Loewe.

Amparo Lacruz s’estrena així en l’àmbit de la programació musical, en un tipus de festival de cambra molt habitual a països com Escòcia, Finlàndia, Holanda, França i els Estats Units. “En aquests festivals, músics de diversa procedència, membres de prestigioses formacions de cambra, conviuen intensament durant uns dies. Totes les possibles combinacions entre els participants donen joc per obrir un ampli i divers ventall de repertori. Aquestes trobades són un marc molt enriquidor per als intèrprets, propicien l’intercanvi de coneixements, experiències, intuïcions i formes diverses de sentir la música. 

S’obren noves idees, nous horitzons. S’hi produeix un diàleg purament musical, intuïtiu i espontani, que obliga a sentir els altres i a escoltar-los més que a tu mateix, a ser dúctil, i que, al mateix temps, exigeix l’esforç de fer-se entendre per la resta amb claredat i convicció. És un exercici de comprensió i empatia, que ajuda a créixer, no només musicalment, sinó també humanament. Quan es dóna aquesta màgia, l’experiència transcendeix la música. No cal haver conegut l’altre durant anys per comprendre’s mútuament, desitjar fer junts la millor música, i viure cada moment amb la màxima intensitat, sabent que és únic. És una emoció que el públic percep i que produeix un vincle d’unió preciós a través de la música”, comenta Lacruz, que considera que la figura d’un músic és necessària quan es tracta de programar en un festival d’aquestes característiques, tal com fan músics arreu d’Europa: “Michel Lethiec al Festival de Prada, Michel Strauss a Giverny, Wladimir Mendelssohn a Kuhmo, Harri Mäki a Crussell, Roland Pidoux a Bélaye, Paul Komen a Groningen, o Niklas Schmidt, que participarà a Santa Cristina, a Hamburg, perquè cal conèixer a fons el repertori i els intèrprets, les necessitats d’assajos, de les combinacions possibles entre els participants, de com barrejar les obres interpretades per donar-hi una perspectiva nova.”

 

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EMOCIONES COMPARTIDAS
JAVIER PÉREZ SENZ, El País,  Barcelona 26 AGO 2013 
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No hay espacio para la rutina en el Festival de Música de Cámara de Santa Cristina d´Aro. De hecho, la línea artística diseñada por la violonchelista Amparo Lacruz apuesta precisamente por la variedad.Para los solistas, resulta estimulante saltarse las convenciones del típico recital y además de tocar piezas en solitario, afrontar en el mismo concierto el desafío que supone, por ejemplo,formar parte de un dúo, un trío, un cuarteto o, como en el caso que nos ocupa, un sexteto de cuerda. La frescura del primer encuentro se impone. Lo pudo comprobar el público que en la noche del jueves, huyendo del rigor estival, disfrutó de un excepcional encuentro camerístico en la recoleta iglesia románica de Santa Cristina d´Aro.

Nueve solistas de primer nivel — los pianistas Catherine Ordronneau, Josep Maria Colom y Enrique Bagaria, los violinistas Kai Gleusteen y Adrian Pinzaru, los violas Anna Kreetta Gribajcevic y Wolfgang Talirz y los violonchelistas Niklas Schmidt y Amparo Lacruz— sirvieron un variado y jugoso menú musical que incluía algunas delicatessen. Fue un lujo, por ejemplo, escuchar dos sonatas de deslumbrante luminosidad de Domenico Scarlatti tocadas por Josep Maria Colom con finura y elegancia . O dejarse impregnar por la belleza poética del Sonetto 104del Petrarca, magistral pieza del ciclo Años de peregrinaje de Franz Liszt, interpretada con virtuosismo por Enrique Bagaría.

Pero su breve actuación, abriendo respectivamente las dos partes del concierto, supo a poco. Dos partituras de envergadura centraron la propuesta camerística: en la primera parte, Caterine Ordrenneau derrochó frescura, delicadeza y dominio del estilo en el Cuarteto con piano K493 de Wolfgang Amadeus Mozart. Tuvo que luchar contra una acústica muy poco favorable para la proyección del piano, pero tanto la pianista como sus compañeros de aventura mozartina —Adrian Pinzaru, Anna Kreetta Gribajcevic y Niklas Schmidt— salvaron las limitaciones del espacio con destreza técnica.

Música de cámaraKai Gleusteen, Adrian Pinzaru, violines. Anna Kreetta Gribajcevic y Wolfgang Talirz, violas. Niklas Schmidt y Amparo Lacruz, violonchelos. Catherine Ordronneau, Josep Maria Colom y Enrique Bagaría, pianos.

Obras de Scarlatti, Mozart, Liszt y Chaikovski. Iglesia de Santa Cristina d´Aro. 22 de agosto

Todos ellos son músicos de gran flexilibilidad, cameristas de vocación. En plena sintonía, y con máxima entrega, ofrecieron un Chaikovski de desbordante lirismo y elocuente expresividad que cautivó al público.

 

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DEGUSTACIONS MELÒMANES
Jordi Maluquer, El Punt, AVUI, 13-08-2013
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La fórmula d'enguany fa que el festival de Santa Cristina d'Aro s'hagi convertit en una petita joia. Amb una proximitat que pocs festivals poden oferir, un grapat dels millors múcis residents al país, amb il.lustres convidats, basteixen programacions variades tant pels autors com pels formats.

Serveixi d'exemple el concert del día 24 que va iniciar el pianista Josep Colom amb tres cançons i danses de Frederic Mompou. Tot seguit l'exquisida Catherine Ordronneau -quins cantabile més nitids a En Bateau i Menuet- van oferir la Petita suite per a piano a 4 mans de Claude Debussy. Va cloure la primera part la Sonata per a violoncel i piano de Frank Bridge interpretada per Amparao Lacruz i el mateix Colom. El fil conductor del violoncel, agombolat per les atmosferes que el piano anava produint, ens va permetre interioritzar i veure un seguit de matisos increïbles. La segona part la va integrar el Trio num. 2, op 67 de Dimitri Xostakóvitx tocat també per Amparo Lacruz i un excel.lent violinista romanès, Adrian Pinzaru, i la part pianística per Enrique Bagaria en un exuberant moment de forma i que va donar el clima d'una obra plena de constrastos molt ben executada pel trio. Un largo meditatiu ens restarà molt de temps en la memòria. L'endemà s'afegien a la festa el violinista Kai Glesteen, el viola Wolfgang Talirz i el violoncel.lista Niklas Schmidt.

La fórmula és antiga. Per als afeccionats que vam entrar al món dels concerts als anys quaranta, la vam degustar per primera vegada quan Pau Casals ens va convocar al primer festival de Prada de Conflent. Allí, el mestre convidava els seus amics, músics excelsos, i tant oferien obres com a solistes com formaven duos i trios. Aquí, la direcció artística s'ha confiat també a una violoncel.lista, la ja citada Amparo Lacruz, que ha sabut aglevar músics excel.lent. Els que hem fet els desplaçament de manera expressa envegem els residents habituals o estivals que hauran pogut gaudier de vuit dies d'excepció.


[CD Joahannes Brahms i Clara Schumann]

"Llevan más de una década tocando juntos y poseen ya esa madurez expresiva que convierte la música de cámara en un juego de complicidades [...] versiones muy bien tocadas, con equilibrio sonoro, justa expresividad y bellos matices."
Babelia, El Pais

"Las obras incluidas en el presente disco ponen de relieve que los desarrollos del lenguaje musical son siempre el fruto, en los artistas auténticos, de la necesidad expresiva y no de cualquier tipo de apriorismo. Las versiones intensas, sentidas y precisas de los miembros del Trío Kandinsky tienen la virtud de ponerlo de manifiesto de forma singularmente elocuente. Lo hacen con una selección de dos tríos de Brahms y uno de Clara Schumann que son acompañados por una selección de cartas entre ambos artistas."
diverdi.com

"Versiones intensas, sentidas y precisas."
Melómano

"Las versiones del Trío Kandinsky destacan por su encomiable voluntad de claridad [...] sin jugar la carta del virtuosismo superficial, los intérpretes demuestran un gran entendimiento."
La Porta Clàssica

 

[SCHOENBERG CENTER - VIENNA - 15.05.2012]

«The Schoenberg Center in Vienna is a real insider tip for those looking for music events off the beaten track. Established in 1998, it is a unique repository of Arnold Schoenberg’s archival legacy. The cultural center also hosts exquisite chamber concerts every month showcasing Schoenberg’s music and his influence on generations to come. It is remarkable what the center, with its limited budget, under its most competent Director Christian Meyer, offers to the public.

This event was dedicated to the Catalan composer Xavier Montsalvatge (1912 – 2002) marking the centennial of his birth and the tenth anniversary of his death. Montsalvatge was one of the most prominent members of Spain’s ‘Lost Generation’ – the generation that spent its formative years under the Franco regime. Later Montsalvatge became a sought-after composition teacher at the Barcelona Conservatory and was a well-respected music critic before passing away at the age of 90. He was heavily influenced by the Avant-Garde in his later works and is best known for his Cinco Canciones Negras.

The Barcelona based Trio Kandinsky opened the concert with Xavier Montsalvatges’ Trio, written in 1986. Originally this Triohad only 2 movements: The “Balada de Dulcinea” and the “Ritornelo”. Only later did Montsalvatges insert “Dialogues” between the two movements. “Dialogues” is based on a piano piece with the same name by prominent Catalan composer Frederic Mompou. The “Balada” is probably the least accessible movement although one was immediately drawn in by the engaging performance of the Trio Kandinsky. The second movement evoked an actual dialogue with the piano conversing with the strings, beautifully performed by Corrado Bolsi (violin) and Amparo Lacruz (cello). The dance-like “Ritornelo” displayed a lot of Afro-Cuban elements.

After the Berlin “Akademie der Kuenste” suspended Schoenberg from his teaching position with the onset of the Nazi era, his student and then assistant, Roberto Gerhard, invited him to Barcelona. What was originally planned to be only a couple of weeks turned into more than a year. Here Schoenberg was able to write the biggest part of Moses and Aaron. He gave his daughter, born during his time in Barcelona, the Catalan name Nuria.

The second part of the evening was dedicated to the Schoenberg student Roberto Gerhard. His Trio was written in 1918 when Gerhard was barely 22 years old and had yet to meet Schoenberg. Unlike other Spanish composers of his generation he had remained in Barcelona for his studies. Apparently he hadn’t even been to Paris, the musical hotspot at the time. However, the resemblance of his Trio with Ravel’s Piano Trio, written only 4 years earlier, was startling. Here, Trio Kandinsky was best able to showcase its well-seasoned, homogenous sound. Corrado Bolsi, on his 1650 Guarneri violin, played with a resonantly beautiful and warm sound. His partners, the impeccable Amparo Lacruz on the cello and the technically brilliant Emili Brugalla on the piano, made for a great ensemble.

By far the greatest challenge for pianist Brugalla, however, was the piano trio version of Schoenberg’s Verklaerte Nacht. Originally written for string sextet, later also for string orchestra, Schoenberg student Eduard Steuermann transcribed the programmatic piece 1932 for piano trio. As Christian Meyer explained in his brief concert introduction, Steuermann was one of the most brilliant pianists of his time. In his transcription he basically didn’t change the violin and cello parts, assigning all remaining 4 voices to the piano. You needed a pianist of Steuermann’s caliber for this challenging part. Brugalla was totally up to it and performed with the greatest ease and virtuosity. As much as Bolsi and Lacruz were able to let their instruments sing, the piano trio version could not evoke the haunting beauty of the original version for string sextet.

Trio Kandinsky thanked the small but enthusiastic audience with Arvo Pärt’s melancholic Mozart Adagio.

Wiebke Kuester - ConcertoNet.com

Trio Kandinsky in der Alten Aula der Universität Heidelberg (12, noviembre, 2013)

SPANISCHE FEINGEISTER

…Interpretatorisch entpuppten sich die drei Musiker als ausgeprägte Feingeister…zwei klanglich ebenbürtig aufblühenden Streichern und einen Pianisten, dessen spezifisch kammermusikalische Sensibilität beste Ausgewogenheit gestattete.

Klaus Ross


[CD Guinjoan]

"La elección del grupo [...] para interpretar el programa que integran las seis obras aquí reunidas no podía ser más acertada. El Trío Kandinsky [...] es ya una de las formaciones de más solvencia en su género en España, con hechuras y calidad para competir con dignidad fuera de nuestras fronteras. En el presente compacto lo demuestran sobradamente."
José Guerrero Martín ·Scherzo

"[...] Esa reivindicación indisoluble del pasado y el presente que ambos registros materializan constituye así algo más que una simple novedad discográfica: un verdadero ejemplo político de primera magnitud en el ámbito cultural. Y en otros muchos."
José Luis Téllez · Scherzo

 



[Concierto Fundación Don Juan de Borbón, Segovia]

«Aún queda la música»
El programa ofrecido por el trío catalán, aunque con obras no estrictamente religiosas, transcurrió por una vía profundamente espiritual y reflexiva. [...] El Trío Kandinsky tejió un delicado tapiz con los preciosos hilos de su musicalidad, transparencia y dulzura tímbrica. La interpretación de los músicos catalanes ya fuera en trío, en sendos dúos de piano con violín o chelo, o piano solo, fue magnífica por su contención, concentración, coordinación y por su capacidad para hacer resultar fácil una música que presenta una gran dificultad técnica. Los mismos atributos interpretativos cabrían para la ejecución de La noche transfigurada de Schönberg, aunque ahora habría que sumar la pasión. Fantástico programa, fantástica interpretación.
Luis Hidalgo. El Norte de Castilla

«Espíritu y expresión del siglo XX»
El clima de serena estética del escenario de San Juan de los Caballeros, junto con la calidad de la acústica, hizo perfecto el marco para acoger a este extraordinario concierto del trío Kandisky. La música tonal del pasado siglo nos llegó con una claridad ejemplar en las versiones del trío, verdadera formación internacionalizada por su formación y por su horizonte interpretativo [...] "Mozart adagio", basada en la sonata para piano en fa mayor y de melodía algo triste, interpretada de manera expresiva y contundente por el violín de Corrado Bolsi, un violinista, sin duda, excelente, la cual se repite después de otras tres obras (Fratres, Für Alina y Spiegel um Spiegel). En estas, como en el resto, destacó la labor del conjunto. Es una formación modélica en su sonido conjuntado y certero, que llega al espectador de una forma nítida en la labor de cada instrumentista y en la de conjunto. Esta versión para trío [de 'La Noche Transfigurada' de Schönberg] no pierde la expresividad lograda por el compositor [...] Los pasajes apasionados alternados por la dulce calma son motivo de expresividad manifiesta, que fueron muy bien llevados por este ejemplar trío, que es la formación cameral más seria de las que hemos escuchado en muchos años. Un éxito artístico.
Rafa Aznar. El Adelantado de Segovia.


[Entrevista Revista Musical Catalana]

"La música de cambra a Catalunya, malgrat les dificultats que té per desenvolupar-se, té algun precedent destacat de formacions que han fet història, com el mític Cortot-Thibaud-Casals, o el més recent Trio Barcelona dels germans Claret i Albert Attenelle. Seguint aquest rastre, el Trio Kandinsky va néixer fa deu anys amb la voluntat de reconciliar el passat i el present, d’establir llaços sonors més enllà del temps i dels estils, per aconseguir convergir en un mateix esperit musical que troba en el número tres el triangle perfecte de la comunicació compositor-intèrpret-públic."
Revista Musical Catalana, n. 302

Leer entrevista completa (PDF, 224 KB)

[CD Schoenberg i Barcelona]

"Resulta especialmente destacable que el Trío Kandinsky [...] haya dedicado uno de los dos discos con los que conmemora su décimo aniversario a esta admirable rareza [Verklärte Nacht]. [...] su identificación con la partitura es absoluta."
José Luis Téllez · Scherzo

"El trío Kandinsky se muestra en esta grabación rotundo, dúctil, maduro y consistente. Estamos ante un disco importante para la historia de la fonografía en España."
Juan Antonio González Fuentes · ojosdepapel.com

"La interpretación resulta excelente y remarca el matiz más expresionista y riguroso de la música de Schoenberg. Un disco a estudiar."
Arturo Reverter · El Mundo

[Recitales]

"El trío Kandinky es una de las mejores formaciones de cámara de este país. Y lo es porque sus integrantes conocen y hacen suyo el valor principal de lo camerístico: el juego de las complicidades sonoras...Estamos ante tres músicos que responden a los nombres de un pianista que escucha, a una violoncellista que hace cantar su instrumento y a un violinista de gran sensibilidad."
Jaume Radigales · La Vanguardia

"Los tres músicos ofrecieron un recital rotundo, en el que el virtuosismo técnico e interpretativo quedó al servicio de la expresividad del bello caudal emotivo presente en las obras que avanzan del Clasicismo vienés al Romanticismo más exacerbado. Los Kandinsky muestran un soberbio equilibrio sonoro y plena compenetración, delicadeza e intensidad."
Alicantissimo

"Una categoría traductora excelente...Brugalla siempre muy grato en su touché...Corrado Bolsi con admirable y muy rico juego mecánico...lucimiento de la sensibilidad cierta de Amparo Lacruz..."
Antonio Iglesias · ABC

"Música de calidad, coordinación perfecta y técnica impecable [...]
La composición hizo sacar las posibilidades expresivas individuales [...] los componentes dejaron sentir que saben conseguir una excelente sonoridad global."
Josefa Lobera · El Correo

"Entusiasma la vitalidad sonora de este trío Kandinsky, su resolución y su personalidad, sobre todo al trabajar con obras muy nuevas que plantean grandes dificultades de ejecución y por supuesto de interpretación. Ellos las resuelven con espíritu, algo que suele faltar en las audiciones de música actual, y que, aunque está muchas veces implícito en la partitura, se queda en el camino por falta de libertad y síntesis en la interpretación."
Jorge de Persia · La Vanguardia

"Memorable recital del Trio Kandinsky.
El Trio Kandinsky está en disposición de ofrecer no solamente unas versiones de verdadero y profundo rigor expresivo, sino que, a la vez, su discurso musical posee aquella elocuencia virtuosística que nunca es artificio sino puro afán de expresar con toda fuerza emotiva el contenido de las obras que interpretan."
F. Taberna-Bech · Catalunya Música

"El grupo, que no visitaba Sabadell desde los inicios de su trayectoria, mostró una madurez sorprendente. [Estos músicos] han conseguido una coordinación abrumadora y una finura interpretativa que deleitan."
David Ramon · El Diari de Sabadell

"Los mejores embajadores de la música contemporánea son intérpretes como el Trio Kandinsky [...] ellos son los primeros que creen en ella, se enamoran, la trabajan a fondo y la muestran al público con convencimiento y en todo su esplendor. [...] una interpretación llena de fuerza y precisión, vehemencia e intensidad, buen equilibrio sonoro y compenetración [...] dosificación excelente de las tensiones. [...] gran categoria individual de cada uno de los miembros del Trio Kandinsky."
Xavier Chavarria · Revista Musical Catalana

“Los intérpretes trabajaron en sensibles solos y luminosos momentos de conjunto.’’
Jorge de Persia · La Vanguardia

"El Trío Kandinsky tiene dos años de vida, tiempo suficiente para juzgar su categoría. La calificación no podría ser más alta. Es una delicia escucharlos y comprobar la fidelidad al compromiso fundacional de combinar tradición e innovación, la compenetración, la expresividad y la pureza técnica que traducen a un idioma propio. Son absolutamente competitivos y herederos in pectore del añorado Trio de Barcelona." 
X. Casanoves Danés · Avui

"El concierto que ofreció el Trío Kandinsky, grupo que está desarrollando una notable trayectoria, reclamó muy pronto la atención del oyente, ya que los tres músicos que lo forman, tocaron con un verdadero espíritu camerístico y una tensa expresividad las obras programadas [...] Los aplausos se sucedieron con creciente entusiasmo [...] La versión del cuarteto de Schnittke impresionó por su denso contenido emotivo. En la segunda parte el Trío Kandinsky, con un nivel de verdadera musicalidad, ofreció una inmejorable versión del Trío de Isang Yun [...] La audición del Passim Trio de Joan Guinjoan puso punto final a este concierto verdaderamente memorable."
F. Taverna-Bech · Catalunya Música

"Hacía tiempo que estábamos huérfanos de la formación clásica de trío -violín, violonchelo y piano- y tenemos que saludar la presentación de una nueva formación, absolutamente solvente, que con el nombre de Trío Kandinsky une al violinista Manuel Porta, la violonchelista Amparo Lacruz y el pianista Emili Bugalla. Efectivamente desde que el trío Comellas, Cervera, Coll -excelente- se deshizo, y desde que el Trío Barcelona formado por los hermanos Claret y Albert Attenelle, ha dejado de actuar con una cierta continuidad, no había habido una formación que ofreciese una calidad individual de sus integrantes ni un entendimiento como conjunto como la que se presentó la noche del domingo 28."
Jordi Maluquer · Avui

“Muy bello el sonido de Corrado Bolsi, buen trabajo de arco y de matices dinámicos, precisión y homogeneidad en las sonoridades tenues por parte de Amparo Lacruz y musicalidad particularmente expresiva del pianista Emili Brugalla. Buen trabajo de la expresión, inteligente y sensible; todo un mérito para los intérpretes.’’
Jorge de Persia · La Vanguardia


[HANGZHOU - CHINA - 15.05.2012]

«Shanghái (China), 7 dic (EFE).- Una muestra de la mejor música de cámara española e iberoamericana del siglo XX, de la mano de uno de los mejores conjuntos camerísticos españoles, el Trío Kandinsky, da a conocer esta semana, con su primera gira en China, este repertorio aún desconocido allí pero capaz de entusiasmar al público local.
Así lo demostró anoche en el primero de estos conciertos, en Shanghái, donde logró ovaciones e incluso gritos de apoyo de un público, habitualmente más frío, que les pidió dos bises, con un programa que se repetirá esta noche en la Escuela de Música de la Universidad Normal de Hangzhou, a 170 kilómetros de Shanghái.» www.efe.com


[51ª SEMANA DE MÚSICA RELIGIOSA-CUENCA]

«La música de nueva creación catalana ha dejado profunda huella en Cuenca. El barcelonés Trío Kandinsky ha protagonizado el estreno de una obra de Josep Maria Guix (Reus, 1967) dentro de las tres de encargo de la 51º Semana de Música Religiosa, que se clausuró el domingo con éxito, a pesar de tener que reducir en un 25% su presupuesto. Este recorte ha obligado a pasar de los 25 conciertos del 2011 a los 16 de este año.

El reto de Corrado Bolsi (violín), Amparo Lacruz (violonchelo) y Emili Brugalla (piano) era considerable. Los tres destacados solistas de esta formación creada en 1998, inauguraban para la prestigiosa muestra el luminoso espacio de la iglesia-museo de Santa Cruz y lo hacían con Slowly... in the mist. Guix, discípulo de David Padrós, Benet Casablancas, Joan Guinjoan y Jonathan Harvey, escribió la pieza inspirándose en tres haikus de Kobayashi. La refinada y evocadora composición fue interpretada con un cómplice equilibrio sonoro. El Trío Kandinsky encontró el tono espiritual a una obra dedicada a la niebla que desdibuja contornos melódicos, difumina armonías, colores y ritmos, pero conecta con nuestras emociones.

Ramon Humet (Barcelona, 1968) fue el otro catalán con presencia el pasado miércoles. El trío recuperó su obra Pètals, estrenada en Nagoya (Japón) en el 2009 e inspirada en versos de Bankoku. Tres movimientos, uno enérgico y vital, un segundo en forma de lamento lleno de lirismo y un tercero de éxtasis místico remataron está pieza. Corradi, Lacruz y Brugalla acabarían siendo aclamados por su virtuosismo con el Trío número 2 en mi bemol mayor de Schubert.»

César Lopez Rosell - El Periódico - 10.04.2012